8.5.08

1) el hotel nacional. actualidad en la prensa

green se inspiró en el nacional de la habana
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Graham Green situó en el hotel Nacional su novela Nuestro hombre en La Habana, que protagonizó Alec Guiness y que narra la historia de Jim Wormold, un vendedor de aspiradoras que en la Cuba de Batista decide servir como espía a los servicios secretos británicos para costearle los estudios a su hija, pero en lugar de planos de bombas y armas secretas, acabará enviando otros de sus propias aspiradoras que colarán en la sede central de M16. Pocos hoteles hay en el mundo con tanta historia libertaria. Alejo Carpentier también fue un habitual del establecimiento, al que se refería con el sobrenombre del castillo encantado, por la majestuosidad del edificio, situado frente al malecón, en el extremo de la caleta de San Lázaro, enclave habitual del desembarco de los piratas.
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El hotel Nacional fue construido en 1930, donde se situaba la famosa batería de Santa Clara; de hecho el cañón Ordóñez, uno de los más grandes de su tiempo, puede contemplarse en los amplios jardines del hotel, a modo de monumento a la historia, en concreto a la defensa de la ciudad por el regidor Luis Aguiar ante el asalto británico de La Habana. En su honor, su apellido da nombre al restaurante más lujoso del establecimiento (Comedor de Aguiar), donde se cena discretamente bien, pero que al menos tiene una carta interesante de vinos, eso sí, nada baratos.
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El edificio es realmente impactante: de arquitectura ecléctica, presenta elementos Art Decó y referencias coloniales. Al inmueble se le añadió el elegante Apartamento de la República, con entrada directa para garantizar la privacidad, que suele estar ocupado por invitados del Estado cubano, de tal modo que aquí se han hospedado relevantes políticos.
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El Nacional ha alojado a numerosos actores y actrices, desde Johnny Weissmuller y Buster Keaton a Errol Flyn y Marlon Brando. Pero una de las trifulcas que hizo historia fue la bronca entre Frank Sinatra y Ava Gardner, al poco de casarse. Además de la pelea, hubo reconciliación, para lo que no faltó una joya de vértigo. Los amigos de Sinatra, la mafia italo-americana, también se albergaron allí antes de la revolución castrista, y Lucky Luciano y Frank Costello se bañaron en su piscina.
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[Màrius Carol, LA VANGUARDIA, 27 de diciembre de 2007. El hotel dispone de la web: http://www.hotelnacionaldecuba.com/].
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...y mientras, en el hotel Habana Libre...